Instantánea

¿Quién mató a Manuel?

Texto: Natacha Mateo

Foto: Jerónimo Gonzalez.

“Aquí estamos, mi General, aquí seguimos. Aquí estamos porque estos gobiernos siguen sin memoria para los indígenas y porque los ricos hacendados, con otros nombres, siguen despojando de su tierra a los campesinos. […]

Como entonces pasó, ahora los gobiernos hacen leyes para legitimar el robo de tierras.

Como entonces, los que se niegan a aceptar las injusticias son perseguidos, encarcelados, muertos.

Pero como entonces, mi General, hay hombres y mujeres cabales que no están callados y que luchan para no dejarse, se organizan para exigir tierra y libertad.”

Fragmento de una carta del Subcomandante Marcos (una de las figuras más prominentes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional) a Emiliano Zapata el 10 de Abril de 1997, al cumplirse 78 años del asesinato del mismo.

A Manuel Galván lo mató, en Santiago del Estero, un hombre. Con nombre, apellido y un puñal.

Pero también…

… lo mató un modelo agroexportador que apoya este gobierno, impulsando el Plan Estratégico Alimentario, que se propone alegremente que casi medio millón de hectáreas se ocupen de producir maíz y soja transgénica; que no menciona jamás que una parte de esas hectáreas son de los movimientos campesinos; que la producción transgénica es perjudicial para la salud; que las tierras se van a conseguir a fuerza de sangrientos desalojos. Lo mató una forma de desarrollo agropecuario clara y precisa.

…lo mató una forma de pensar, que cree que la tierra es de quien la compra, y no de quien la trabaja.

…lo mató la policía, que defiende a los dueños ilegítimos del suelo, que al mismo tiempo que recibió las denuncias, las tiró a la basura.

…lo mató el sistema, que avanza sobre las tierras de los campesinos y los indígenas, que remata los montes santiagueños, que trasnacionaliza la vida.

…lo mató el gobierno provincial, Que no intervino en el conflicto, y permitió que el asesinato sucediera.

…lo mató el gobierno nacional, que cajonea hace un año la ley que intenta frenar los desalojos de los campesinos.

A Manuel Galván lo mataron todos.

A Cristian Ferreyra, también.