Del consumo al control social
Por Garduaz
Con el correr del tiempo, el estado y las grandes empresas nos fueron arrastrando cada vez más hacia un consumo casi caníbal. La idea es simple, consumir y consumir sea lo que sea, llamándonos la atención y bombardeándonos con miles de productos en tv, en escaparates, publicidad vial etc. ¡¡Sí señores, compren aquí, coman allá, que lo demás no importa!! Así las empresas explotan y se llenan los bolsillos, mientras el estado mantiene controladas las mentes; y el obvio negociado entre ellos.
En esta ocasión voy a escribir sobre un tipo de consumo y quizás una de las armas de control más fuerte que tiene el estado… las drogas, y no desde un punto de vista sociológico ni filosófico, sólo voy a transmitir mi opinión desde mi vivencia y parecer. Todo tipo de drogas en un comienzo es una puerta a nuevas experiencias a sensaciones y estados placenteros, distintos. La historia empieza cuando ese placer y ese bienestar deja de serlo, cuando ya no son los fines de semana ni en cumpleaños o "cuando pinta", la historia es cuando todos y todo el día necesitás estar colocado, cuando te despertás y no sabás qué mierda pasó, qué hiciste esa noche o esa tarde o ese día, da igual.
No voy a ponerme en el papel de drogón arrepentido ni dar lecciones de conducta, no es mi rollo, pero sí decir que cuando la experiencia se convierte en abuso se está jodido, tengo claro que no todas las drogas son para cualquiera, hay personas como yo que cruzamos la línea y ya es algo compulsivo, imparable, incontrolable, por ese motivo tenemos que tener las drogas y el alcohol de la otra vereda, por otro lado en mi caso es como si una niebla cubriera mis ojos y no me dejase ver, en lo corporal y en lo mental me da impulso para correr sin ver y chocarme con lo que se me ponga en el camino sin importarme lo que sea ni quién sea, sin escuchar lo que me digan. Así nos convertimos en adictos en consumidores compulsivos y como algunos compran o juegan nosotros nos drogamos y en todos los casos dejamos de ser nosotros, perdemos siempre algo. La capacidad de pensar, de crear, de hablar y aunque muchos no quieran aceptarlo, duele.
Pero todo esto va mas allá de fumarse unos porros, tomarse unas líneas, colarse algunas pastas (todo en exceso), esto de volarse la cabeza y no pensar sólo beneficia, como dije antes a los poderosos, al estado, al gobierno, ellos necesitan más descerebrados, ellos quieren más drogadictos, más borrachos, ellos controlan lo que se consume, ellos ponen en la calle lo que se tiene que consumir. Así, el que no tiene delinque, se violenta, porque necesitan defender una clase social, los pobres son los que se drogan roban y matan, los ricos también pero de eso nadie habla. Y así, al tenernos dormidos pensando en curtir todo el tiempo, nos controlan, nos manipulan y nos dejan sin futuro, nos dejan sin nada. La cuestión no es muy enrroscada, de nosotros depende seguir siendo una marioneta del estado, un muñeco sumiso, un blanco fácil para la policía, la iglesia, los políticos. De nosotros depende nuestra propia libertad.
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