Fotogalería

SINJUSTICIA

                                                   Foto: Ayelén Touzet

                                                                       Jerónimo González 

                                                                  Juan Quintanilla 

                                                             Romina Elvira

    

    Con palabras lo cuenta de inmejorable manera Federico Desántolo en la nota titulada “Sabor Amargo”, que se encuentra haciendo las veces de Informe en este mismo número de TLV!. Nosotros hablaremos sobre lo mismo, pero apelando al lenguaje visual, más precisamente a la fotografía

(aclaración innecesaria, considerando que estamos en la sección “Fotogalería").

    Para esta vez seremos cuatro los fotógrafos (Juan Quintanilla [radio comunitaria De La Azotea 88.7], Ayelén Touzet [TLV!], Romina Elvira [colaboradora en TLV! y el portal de noticias Marcha] y quien escribe Jerónimo González [TLV!]). Ambos pares de seres comprendemos a la fotografía no tan solo como una disciplina más dentro de las artes visuales o de la comunicación, sino además y sobre todo como una herramienta para transformar la realidad, para aportar a la lucha por un necesario cambio social.

    Cuatro fotógrafos que fuimos hasta el T.O.F. N°1 por mucho más que por cuestiones fotográficas: estuvimos ahí porque ahí queríamos estar; porque sentimos y reconocemos también como nuestro el reclamo de cárcel común y efectiva para todos los asesinos, genocidas, torturadores, violadores y ladrones de bebés que actuaron durante la última dictadura militar; así como también cárcel para todos aquellos civiles cómplices desde la acción y la colaboración a conciencia, práctica y concreta. Porque la lucha es justa, es una sola, y nos hermana (aunque mucho nos cueste aceptarlo o comprenderlo). Porque si en el banquillo de los acusados están sentados ellos, es tiempo de demostrarles que no los sentó ahí una presidenta, ni un gobierno, o por lo menos no tan solo ella ni él, demostrarles que ahí los sentó todo un pueblo que no se olvida ni los perdona...saliendo a las calles, juntos.
    Los sentamos para que nos digan dónde están los 400 nietos que aún falta encontrar, dónde enterraron los cuerpos de los desaparecidos; para por fin condenarlos (aunque a veces sin justicia) y así dejar bien en claro (para nosotros, para ellos y sobre todo para generaciones futuras) que acá NUNCA MÁS!

    Sin más, con ustedes las tomas antes cosechadas individualmente, ahora convertidas en un laburo colectivo; dividido entre las de adentro del tribunal (por Romina Elvira) y las de fuera del mismo.

    Y “alerta!, alerta!, alerta que están vivos todos los ideales de los desaparecidos!!!”

  -ADENTRO(*)

                                             

    -AFUERA