Entrevista: Enrique Symns




ENRIQUE SYMNS, LA LENGUA BÍFIDA 



                                                       Por Martín García







Foto: Ayelén Touzet




        Le quedan pocos dientes. Mientras habla va apagando los puchos en un platito de café con arena, uno que se apaga,otro que se va prendiendo. Desde atrás de su copa de vino se acuerda de la marcha contra el Papa (representante de la Edad Media, diría alguna vez). Pasa por una reflexión de amor/odio con el Indio Solari, con quien a principio de los ochenta compartió el escenario de los Redonditos, y algunos platos de merca que se convertían en maratones de cinco días. Un anarquista individualista, un sexopata, un drogón y un intelectual con las patas llenas de barro. Este loco está bien formado en la locura, como bien describe en el libro publicado hace unos años (2004), donde relata sus primeros pasos por la calle, las primeras drogas y los primeros afanos, hasta llegar a convertirse en "El señor de los venenos" (va por su cuarta edición), después de un largo viaje en los setenta por Brasil y Europa, por los ácidos y la merca, llega a la Argentina de los ochenta, y empieza a navegar por la calle Corrientes, donde los artistas, los pistoleros y los vagabundos confluían en una vorágine de drogas, libros, armas, escenarios y orgías, que escapaban de la represión y enfrentaban la moral y el sentido común de una sociedad oprimida por la dictadura. Él, es esa contracultura urbana, en la que se curtió y trabajó como monologista de bandas (aparte de los Redondos, estuvo con Los piojos, Bersuit, Los Caballeros de la Quema) y "periodista gonzo" (su estilo gira entre Bukowski y Thompson). Hoy, después de un año y medio de un accidente cerebro vascular, se quedó sin su compañera de vida, la falopa.
Lo vimos en una libreria, donde presentaba una edicion del libro que compila la revista "Cerdos & Peces",  que hizo publica las miserias que la sociedad no quería ver de sus marginales.




¿Como se hacian las tapas de la revista?


        Mi origen como periodista es muy curioso, porque yo empecé como monologuista callejero. Empecé en España trabajando en los subtes, después trabajé en boliches contando chistes sexuales. Y cuando llegué a Buenos Aires, trabajaba en la calle Corrientes, y pasó Jorge Pistocchi (revistas Pelo y Expreso imaginario) que era el editor de la revista Pan caliente, y no sé por qué, me ofreció ser jefe de redacción de su revista. Así que yo empecé como jefe de redacción y enseguida me llamó Clarín, por lo tanto yo me di cuenta que era muy inteligente, que era un periodista excepcional, porque para que me llame el director de Clarín... 

        Había llegado de España con algunas ideas, y me golpeaban la cabeza. Algunas publicaciones que habia allá en la decada del setenta. Herbivora,que era una revista procaz e indecente, ¡¡¡Maligna!!! Es muy interesante ser malo, es mucho mejor ser malo que ser bueno. Después habia otras como El Viejo topoAjo blanco... eran revistas que estaban tras los márgenes del periodismo que yo llamo jurisprudente. El periodista jurisprudente, es el periodista que trabaja a favor de la propiedad privada, está en contra del robo por ejemplo ¿Por qué está en contra del robo? Porque tiene que reconocer la propiedad privada, es un hijo de puta, un periodista que está a favor de la salud mental¿Por qué? ¿Qué le importa la salud mental de los demás seres? Que está a favor de los psicoanalistas, que está a favor del Estado. El Estado y el arte, recuerden, son como culo y uranio, el culo y el uranio no tienen forma de juntarse. Entonces un artista no puede ser kirchnerista, ¡No puede ser nada! Tiene que ser un enemigo de todo lo que hay. No puede ser un Tomas Abraham, no puede ser un Ivàn Noble, ni un Fito Páez, no son artistas... es un fraude, peor que el fraude de la política.
(¿A que venia todo esto?)
¡Las tapas! Se hacian de forma independiente.
Las tapas se hacian para vender la revista, y no tenia por qué tener que ver con nada de lo que había adentro. Sin embargo siempre hice mejores contratapas que tapas. Lo más importante de la revista era la editorial mia, que tenía que salir espléndida, estaba veinticuatro horas sentado arriba de la máquina, me tomaba dos o tres gramos...


        ...Symns no va por un camino, se va diversificando, escarbando en una memoria, de la que se desprenden años de experiencias, de estudio: tanto libros como drogas...


        Morimos sin saber lo que vivimos, los recuerdos son la mejor herramienta del Olvido. No nos acordamos de nada, todo es mentira, o sea, no te acordás de la discusión que tuviste con tu mujer ¡Te acordás del sentido! Pero no que vos le dijiste: ¡Sos una perra! y ella te dijo: Y a vos ¡Que no se te para! y vos le decías Y vos me abandonas... ¡No! Vos te acordás el sentido, y pasa lo mismo en todos los recuerdos de la vida de uno,y el recuerdo de la vida de uno es un falso recuerdo. Lo que define la construcción mental que uno hace, es tratar de buscar un sentido. Porque el pasado es un fantasma, un espectro doloroso. Te persigue para acosarte con su  propia peligrosidad, su propia maldad, su propia miseria humana.


        
        En esa época nosotros pensábamos que el Sida era un invento de la iglesia católica ¡Y no le dabamos pelota a nada! De todas maneras quiero decir que el Sida no mató a nadie por chupar la pija, ni por coger. En Brasil, frente del aeropuerto, tienen un cartel que dice Brasil tem a maior Sida do mundo. Y en Brasil la gente siguió cogiendo, se establece cuanto coge la sociedad por lo que hacen las mujeres no por lo que hacen los hombres. El hombre es un ser mendicante. Tiene esa cosquilla venenosa, que le pica, quiere que lo rasquen. Pero la mujer en Brasil, tiene siete amantes por año, soltera o casada. En Argentina tiene uno o dos, lo cual habla de una sociedad moralista, sin sexo. Coger con la novia de uno no es coger.


Volvamos a la revista...



        Esta revista se hizo así, con algo muy particular mío. Soy un periodista nato, de nacimiento. No soy un periodista, soy un antropólogo, un curioso... Pero sobre todo alguien que le gusta investigar el dolor ajeno y la mentira con la que se describe ese dolor. Un hombre que vivió mucho de la miseria humana, porque yo mismo fui miserable: porque ser blanco y ser intelectual, haber leido muchos libros... Tener una ventaja en esta sociedad tan impune y fascista, tan poco generosa, una sociedad que busca seguridad. Yo me acuerdo que el escritor Eric Fromm decía que el amor tiene un solo enemigo, que es la búsqueda de seguridad. O sea que la Argentina que busca seguridad le ha declarado la guerra al amor. Y por lo tanto, sufre el cáncer, que es la falta de amor que sufren los seres. Cuando vos entrevistás a un mendigo en Once, él te dice que los únicos, que le dan plata son los pobres que pasan, los negritos, los otros como nosotros pasan mirando para otro lado, no les interesa el dolor ajeno.

        La revista, lo que hacía en su momento era instaurar las temáticas que en este país estaban prohibidas y ahora están libradas a la voracidad cuántica del periodista. Si voy ahora a Soldati a visitar a mis amigos que toman paco, no voy como espía, no voy desde la calle Corrientes para mostrar cómo viven esos pibes. Porque esos pibes no salen nunca del barrio. En Soldati, un tipo que fuma paco, que toma merca, no sale jamás del barrio, se despide en la canchita de fútbol y te saluda,y vos lo ves con una tristeza, porque el mundo se termina ahí. Y él sabe que el mundo se termina ahi. Él sabe que no hay consuelo posible en la vida ¿Qué le vas a ofrecer a un pibe que toma paco? ¿Qué le vas a decir? ¿Que va a ser taxista? ¿Que va ser profesor en la universidad? ¿Que va a ser juez?

Escribir: conciencia y libertad.

        Yo siempre escribí en folletines. Escribí uno para el diario Sur, que se llamaba "El asalto a Buenos Aires", y se volvió un éxito. Había una chiquita de doce años que era fanática de Pijo, que era un violador. Ahí me sorprendí de lo que es la tribu humana. En esa revista (Cerdos & Peces) compartíamos un espacio que se puede decir del señor de las tinieblas. Nos podíamos reflejar unos en otros a través de lo que escribíamos nosotros. Nosotros teníamos la suerte de ser el espejo de esta parte fantástica, luminosa, que tienen las personas. Y teníamos una enemistad con todo lo que la sociedad considera como bueno. El bien y el mal: cuando vos extendés las palabras, cambian de mostrador. El que tiene bien, tiene bienes y vive en bienestar; el que tiene mal, tiene males, y vive en malestar. O sea que el bien y el mal son un mostrador ficticio. Sin embargo en una sociedad pastoril, finalmente la malosidad triunfa sobre el alma. Me gusta la palabra alma porque me recuerda que soy un animal, que escupo, que cago y meo, que el comedor es una excusa para pasar al baño a cagar. En cambio, los que tienen espíritu, están sometidos al espíritu de las leyes del espíritu santo que es una palabra atroz, y los intelectuales de este país ¡bah! Los intelectuales de todo el mundo, han creado la idealización del ser. Como si existiera una parte óntica, una parte gloriosa en el existir, y entre un conejo y yo, no sé quién tiene más miedo. Yo creo que yo tengo más miedo que el conejo, porque tengo el problema de ser hombre, es la conciencia, si bien el espejo es la conciencia de sí misma, es como un reflejo falso de sí mismo. Sin embargo, la conciencia crea identidad. La conciencia te dice yo soy Enrique. Y esas boludeces te dice, viste. Soy Enrique vivo en tal calle, te recuerda geográfíca y temporalmente. Por eso, los filósofos lo único que trajeron son malestar, dolor, y pena. Por eso yo digo que la izquierda nunca pensó, porque pensando se le traen problemas al mundo, es decir, como Sartre: "El hombre es una pasión inútil", o como Haidegger: "Nacemos huérfanos en el medio de la nada". Pero Marx no trajo nada, trajo una religión. Es una religión el marxismo, como el peronismo. Quieren solucionar la vida del mundo y lo perjudican. Aquel que quiere ayudar a los demás, lo caga. La única manera de ayudar a alguien es darle ¿Qué querés? ¿Veinte mangos para comprar merca? ¡Tomá!

                                                                         Foto: Ayelen Touzet
La guita...

        Es algo muy interesante qué hacés con tu dinero ¿No? Es muy difícil la decisión de qué haces con tu dinero. La mejor que conozco la dió Nietszche, que dice: "Un miserable es un hedonista". Quiere decir un tipo que quiere placer, quiere una linda casa, un lindo hijo, un lindo polvo, una linda pileta. Depredador, porque para eso le tienen que robar a los demás y cagar a alguien; atesorativo, porque se guarda los recursos para conseguir ese placer. Y es así, porque todos los amigos míos que han triunfado, y que ahora son kirchneristas, por ejemplo,es una manera, o sos kirchenrista o sos millonario, es lo mismo, si sos kirchnerista tenés una fortuna invertida en el poder, ser kirchenrista, en este momento en el planeta, es como ser franquista en  una epoca, es ser del Estado. Como dije en otro momento, el estado y el artista, son como culo y uranio. El Estado siempre es un enemigo tuyo, no existe una concepción estatal que no sea un enemigo tuyo. Por eso la desgraciadas palabras de Fito Páez sobre el triunfo de Macri. Yo me puse a favor de Macri y lo odio.O sea juzgar a alguien por quién votó, por esa estupidez. La democracia es anónima, como un polvo que te hechás en un club. La democracia no es votar, eso es de tarados, yo no voté en mi vida,y no pienso votar a nadie. No, mentira. Yo tuve que votar. Porque Macri me dió la pensión de escritor y tenía que tener los votos, el sello en la porquería.

        ¿Vos sabés cómo hace el Indio Solari? Llama al comisario a su casa y le paga 2000 dólares. Para que le hagan todos los tramites en su casa. Y yo haría lo mismo si tuviera plata con tal de no hacer cola.
        La más interesante es la de Aristóteles, que dice que es un virus maligno. Yo no sabía que mil años antes de Cristo ya existía el dinero, ya no era más la sal ni pelotudeces. Y él decía lo único bueno que puede pasar con alguien que tenga mucha plata es que tenga muchos hijos, así lo divide entre sus hijos, porque el hombre solamente es capaz de mirar su esperma. Eso es lo más jodido del hombre. Uno considera hijos a su esperma. No son hijos los demás, el negrito ese que está ahí muriéndose de hambre ¡No! Que se joda. Pero bueno, ser generoso, ser un buen ser es una decisión muy complicada para tomar. Yo no la he tomado nunca, soy un frívolo. Me he portado mal también, he traicionado, no he querido suficientemente a nadie, no me demostré a mí mismo todavía, porque una cosa es no ser dañino... 
        ¿Dije muchas veces pija? Hay que decir muchas veces pija, yo me acuerdo cuando llegué de España, el día que yo llegué había muerto Franco y era una fiesta, todo el mundo tomando champán. Había un partido que se llamaba Partido del Orgasmo Esmerado !Se hacían la paja! Y había unos chicos jugando en unos juegos, iban y les enseñaban a coger, por la concha... así. Los perseguía la policía. La sociedad española se lo tomó en joda a eso. Ponían historietas donde se cogían a chicos, era un chiste todo. Después se convirtió en una desgracia. 


La gente eléctrica

        Es distinto vivir en un pueblito que en una ciudad. Lo que cambia es el interés de la gente por estar con el otro. En la ciudad ya no existe más que en Internet, yo vivo absolutamente desconectado de mis amigos, imaginate que mis amigos viven uno en barrancas de Belgrano, el otro vive en el Bolsón, el otro por Bariloche. Lo que era la colonia se despedazó, explotó. Y ya no te ves con otra gente, te escribís por Internet y pareciera que fuera lo mismo. Y no es lo mismo. Hace cincuenta años nace el esclavo eléctrico... Bueno, ya está.


        ...Symns se queda dudando, peleando abajo del escritorio con una zapatilla que se sale del pie. No tiene problemas en firmar libros y en sacarse fotos, mientras termina el vino y prende un pucho...

        Una frase de la que aprendí mucho es de Henry Miller, que le dice a un escritor joven "Si querés escribir, lo que tenés que hacer es hablar mal de vos. Y hablar mal de vos te permite hablar mal de los demás", y eso me permitió escribir. Porque siempre desconfié de los artistas, nunca les creí. Hubo a algunos que les creí, como Batato Barea, siempre que está al estilo de su propia vida, no un tipo como Iván Noble o Charly García, que no importa cuán loco esté, tiene un plan. A mi nunca me quiso nadie, me cuesta querer a las personas.