Instantánea: Ruta 2


RUTA 2



                                                                                                 Foto: Pablo Gonzalez

        Doña Rosa, por supuesto, estará horrorizada. Ella, que no quiere más piqueteros cortando las calles, se desayuna con que, lejos de terminarse la historia, nacen pibes con el pañuelo en la cara. Qué decadencia, Doña Rosa se retuerce de ira detrás de las rejas que protegen su casa de la inseguridad de este mundo. Ha visto los ojos del diablo tal vez, el comienzo del fin, ha visto a los heraldos negros caer en la tierra en una última y terrible tormenta.

        ¿Nosotros qué hemos visto? Acaso un pibe con ganas de jugar, una mirada tan joven que no tiene pasado, tan llena de ilusiones, tan cargada de presente como incierto el futuro. Vimos más: un pibe con cara de hombre, hecho a la fuerza, aguantando los golpes como del odio de Dios. Un palo en una mano, donde colgará su grito y su bandera ¿Llegará el momento en que no haya necesidad de cortar rutas? Se pregunta. Y la respuesta se deshace en el aire como algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
        

        Un poco más acá, su hijo se divierte con un tamborcito. Imita al papá. Juega a que sale a luchar por más y mejor trabajo.