Ultratumba

Voy a la cocina, vuelvo al comedor, miro la revista y el televisor, me muevo para aquí me muevo para allá, Fernando de la Rúa a la ultratumba esta por ir a parar. Pero… por suerte o desgracia, vaya uno a saber, estas ratas nunca trabajan solas. Chupete, el alcahuete, esta por ir a parar a la ultratumba, acompañado de una runfla de bandidos de groso calibre. Todos enemigos del pueblo, claro esta. Estos señores, si es que se los podría catalogar así y no de una manera más ofensiva como… ¿hijos de puta? O... ¿come mierda? O… ¿enemigos del pueblo?... están por quedar atrapados en la ultratumba, en ese rincón oscuro del que nunca queremos que salgan. La cuestión es que Fernando De la Rúa, este viejo con cara de pelotudo que resulto ser un flor de hijo puta, hace como diez años, entrego coimas a senadores y funcionarios de su propio gabinete, para que votasen a favor una ley que perjudicaba profundamente a los trabajadores y al pueblo. De la Rúa y el gobierno de la Alianza tuvo que comprar senadores para que votasen una ley que dejaba a los trabajadores en una situación de vulnerabilidad en medio de una crisis social y política profunda, que termino una vez más con la sangre del pueblo regando las calles.

La guita salió de la SIDE. Un forro la saco de una caja fuerte y fue adornando garcas uno por uno para que voten la ley de flexibilización laboral. Cinco millones de dólares que se usaron para comprar garcas de oficina. Senadores alcahuetes. Enemigos de los trabajadores. Burócratas. Transas. Coimeros Coimeados.

De la Rúa burócrata inoperante. Tarado que se escapa en helicóptero mientras el pueblo le ponía el pecho a las balas de la yuta. De la Rúa, forro cobarde que soborno ratas ciegas compradas por unos kilos de guita. De la Rúa en su despacho poniéndole precio a la miseria de los trabajadores… Chupete… Cara de zapallo. Enemigo del pueblo. Te queremos lejos. A vos y a todos esos. Enemigos del pueblo. Los queremos lejos.

¡¡Juíra!! A la ultratumba. A estos turros, ni tantito así. A la ultratumba