Diálogos




A días de cumplirse 40 años de la fuga del penal de Rawson y la masacre de Trelew, Tumba la Valla comparte unas preguntas realizadas a Vicente Zito Lema, quien afuera abogado de los presos políticos por aquellos días.(*)  


¿Ud fue abogado de los presos fusilados de Trelew? 

   Si no me equivoco soy el último abogado vivo que aquél pequeño grupo que fuimos sus defensores. Fui el primero que pudo entrar en la cárcel luego del fusilamiento. Entre los fusilados, aparte de conocerlos, muchos eran amigos. Tengo un dolor profundo. Estuve días pasados en Trelew por motivos del juicio y ahora vuelvo el 22 de agosto porque escribí un largo poema que se llama “Oración por Trelew”. Yo lo había empezado a escribir para leerlo en la tumba de María Angélica Sabelli, ella tenía 22 años cuando la matan en Trelew y yo era su abogado defensor. Cuando hicimos el entierro quise leer un pequeño texto que había escrito y nos molieron a palos, no pude terminar de leerlo. Pero a partir de ese texto construí un largo poema. Y ahora vuelvo a Trelew ya que la Universidad de Comahue que tiene sede allí me dieron el Doctor Honoris causa por mi lucha por los presos de Trelew. Vuelvo para leerlo, para no olvidar a los compañeros muertos y también para avanzar con el juicio que está bastante paralizado. No es fácil condenar al Capitán Sosa, principal responsable de la muerte de los compañeros.

¿Cuales son los cambios que se dan en la cultura a partir de los juicios por el fusilamiento de los presos de Trelew?   

   El terror de estado también es una forma de la cultura porque incide en los seres humanos, en las instituciones. El terror de estado es una forma perversa, monstruosa pero también es una forma cultural, creada por una sociedad en un momento dado. Todas estas prácticas de juzgamiento marcan la historia de la humanidad. Mirá la dimensión que le doy, por lo que estudié e investigué, no es frecuente que se hagan estos juicios. Los juicios de Núremberg que son los únicos que uno registra con anterioridad, no los lleva a cabo el Estado Alemán que juzga a sus asesinos. Tuvieron q hacerlo fiscales, jueces de otros países. En cambio aquí en la Argentina, históricamente, se da un hecho nuevo. Es el propio país que juzga a sus genocidas, eso no se conocía en la historia. Esto marca un quiebre cultural, se abre toda una posibilidad de tener un crecimiento en la conciencia de los derechos humanos y un crecimiento para quitar esa desesperanza que es pie para que crezca la impunidad. La sociedad crece en su conciencia crítica. Argentina, en estos últimos años, marcó una huella en la historia de los derechos humanos. No solo a nivel latinoamericano sino a nivel mundial y eso no se va a olvidar nunca.    


*) Para ver la entrevista realizada a Vicente Zito Lema buscá en nuestro archivo la edición N*13 de TLV. 



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