POR COSTUMBRE
Por Natacha Mateo
Por Natacha Mateo
“…él se le ríe en la cara, y no es la primera vez….”
No te va gustar
Una vez.
Le pegó por miedo, por hambre.
Porque la quería, le pegó; y porque la quería, le pidió perdón.
Le pegó, simplemente.
Porque no era tan grave, porque ella no entendía, porque no quería entender.
Le pegó, como excusa.
Porque no era tan importante, claro.
Dos veces.
Le pegó porque no sabe hablar.
Porque se le descontroló la situación.
Le pegó. Tres veces.
Cuatro.
Cinco. Seis. Siete veces le pegó.
…y después, le pegó por costumbre…
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