Entrevistas


Casa de la Cultura “Los Compadres del Horizonte”
                                                                    Por Martín Cittadino



…Espéranos, iremos por los barrios hermosos donde el día transcurre custodiado de niños…

                                                 Armando Tejada Gómez



 La casa, los Compadres, Armando, El manifiesto del Horizonte. Lo que dicen las paredes. Lo que acá se ve. Lo que acá se siente. Lo que acá se hace… todo cierra…
Entrevista a Lucía y Macarena, compadres de Compadres.
Nueve años juntando las ganas y organizando el grito.

¿Qué es Compadres del Horizonte?
Lucía: “Es una organización social, cultural y política. Que define su trabajo dentro de lo que es la territorialidad del espacio y con un eje en lo cultural. Lo cultural entendido en un sentido amplio, no solo desde lo artístico. Sino desde las relaciones que se establecen, lo que se produce como pueblo o como parte de este. Lo que se intenta producir y generar a partir de la organización, trabajando desde distintos aspectos.
Seguro tiene una impronta artística, porque toma lo artístico pero es una de las patas, no la única”.
“En diciembre del 2002 abrimos nuestro espacio, lo inauguramos en marzo del 2003”.

¿Desde dónde surge?
Lucía: “Eramos un grupo pequeño de compañeros que veníamos del partido comunista y cuando nos fuimos del PC, continuamos trabajando con otra cantidad de compañeros en otros barrios, Ciudad Oculta y en la Villa 21/24. En un momento decidimos abrir un espacio con éstas características, de lo cultural en la zona sur de la capital. Era un momento en que, si bien había un auge de empezar a participar (estaba todo el tema los movimientos asamblearios, tremendas asambleas en toda la capital), en lo cultural no había demasiado. De hecho en esta zona, el único espacio cultural que había era éste y un espacio del gobierno de la ciudad, el Centro Cultural del Sur, que tiene otras características. En ése momento se decide abrir éste espacio, con todo el replanteo que viene desde el 2001, con cómo nos pega a un sector de la militancia joven y lo que empieza a generar. Y cómo empieza a criticarse toda una forma de hacer política, de construirla. Sobre todo se ve la ausencia -o intervención errada- de los partidos políticos tradicionales de izquierda en todo un movimiento que se empieza a generar”.
“Parte de ahí, después todo lo que implica deshacer, desandar, volver a andar, volver a pensar. Volver a construir, desde la práctica, un marco teórico diferente”.

Los primeros pasos y la clausura…
Lucía: “El espacio se abre, lo primero que había que hacer era arreglar éste lugar que era un desastre. Y lo primero que se hace es una peña, en un espacio muy distinto a lo que ven ahora. Para vestirlo salíamos a buscar cosas a la calle, en un momento en que todo costaba mucho más en términos económicos”.
“Empezamos a tener relaciones con artistas y fuimos generando espacios que sirvieran, por un lado desde lo artístico por otro lado para recaudar. A partir de ahí se empiezan a
generar distintos tipos de actividades. Se arma la biblioteca, se empieza con un merendero, con talleres. Se empieza a construir una dinámica que hoy es altamente superadora. Y en un momento determinado hay un acercamiento de un montón de grupos artísticos y culturales. Se genera una dinámica artística en el lugar en el cual, viernes, sábado, domingo, feriado, hay una propuesta y uso del lugar que nos excedía a nosotros mismos”.
“Y en ese marco, sucede lo de Cromagnon. Y el gobierno sale a dar repuesta a esta problemática sin ir al núcleo del problema, sino atacando a las organizaciones sociales con todo un nuevo planteo (que ya se empieza a instalar desde Telerman que por supuesto es el antecesor del macrismo y que también lo tenía Ibarra quizás con un discurso más social) que empieza a dar un giro en cuanto lo que es cultura ya no solo desde lo discursivo y desde lo práctico visto desde el punto de vista de que el pueblo pueda acceder, que se pueda fomentar desde los barrios un trabajo cultural y de acceso al arte, sino que se empieza a plantear más un enfoque de la cultura turística. Se empieza a avanzar sobre las organizaciones sociales y es en esa dirección que se empieza a clausurar. Tiene que ver con un momento de repliegue de la organización. Las asambleas ya empiezan a desaparecer. Es un momento particular, no es casual. Y tiene que ver con una estrategia política de fondo”.
“En ese momento se clausuró el lugar, y nosotros inmediatamente lo evaluamos no como un problema técnico sino como un problema político. Y salimos a dar respuesta desde un lugar político y no técnico-legal. Esa misma noche empezamos a hacer llamados y a mandar mails a todas las organizaciones y a la gente en general, y el 26 de agosto de 2006 el lugar se llenó de gente de todas las organizaciones. Fue una respuesta que trascendió todas nuestras expectativas. Se dió la pelea desde ese lugar, desde la movilización en la calle yendo al encuentro con espacios que estuvieran pasando por una situación similar. Habíamos decidido no cerrar las puertas sino abrirlas con cada vez más actividades, por lo cual nos empezaron a llover contravenciones a compañeros, así que de alguna manera también empezamos a inmiscuirnos en el tema legal, y en ese momento nos da una mano grande con lo legal la abogada del MTL y otros compañeros que estaban con el tema legal del MTL. Hoy en día la casa sigue clausurada pero sin hostigamiento”.

La relación con el barrio
Macarena: “La inserción en el barrio no es algo estático sino dinámico. Todo el tiempo exige desafíos según los balances que vayamos haciendo. La mayor cantidad de propuestas que nosotros tenemos son dirigidas al barrio: talleres para chicos gratis, talleres para adultos, la primaria popular, el emprendimiento productivo de comidas caseras que es llevado a cabo por madres de chicos que participan en el espacio y que están desocupadas… Y por otro lado las actividades que se hacen en las plazas, en la calle. Acá se hace una peña mensual que si bien nos ayuda a pagar el alquiler y otros gastos del lugar, no persigue un fin lucrativo en si, sino que apunta al encuentro. Al mismo tiempo de las peñas se empezaron a organizar los Domingos Cambalache con los vecinos del barrio, que empezaron como la Feria Sudamericana donde se vendía y compraba ropa barata, y luego se sumaron muestras e intervenciones artísticas, merienda, y ahora se ofrece al mediodía un plato, suele haber alguna banda de folcklore, y la ropa pasó a estar en un segundo plano”.
“Y el vínculo con el barrio se sigue laburando día a día. Es constante la tarea de salir a generar participación”.
Lucía: “Y en distintos momentos se piensa de distintas formas. Hace unos años generamos las brigadas culturales, que constaban de una caravana que iba por el barrio y en algún lugar que se podía elegir a partir de algún conflicto, una consigna, etc. Se paraba y se hacia una cantidad de manifestaciones artísticas, que iban detrás de un fundamento, un proyecto. Y tenemos todo un laburo fuerte destinado a la niñez.
Todo el tiempo se patea la calle. Con la primaria, por ejemplo se va a buscar a la gente casa por casa. No se espera a que la persona venga por un volante”.
Macarena: “Todo el tiempo nos replanteamos nuestro trabajo. Tiene que ver con actualizar la lectura que uno puede hacer sobre el territorio en el que trabaja.
Nos parece importante pensar qué tipo de intervenciones podemos hacer en los conflictos para aportar a que estos se visibilicen”.
Lucía: “Especialmente para los vecinos que a veces se sienten ajenos a lo que sucede, para que se vea que los problemas de algunos son los problemas de todos y puedan empezar a reconocerse en situación de clase”.

Las luchas que acompañan hoy, los Compadres
Macarena: “La ciudad está explotadísima en todos los sentidos: educación, salud, cultura, vivienda…”
Principalmente nosotros estamos acompañando dos focos: Por un lado el conflicto de la sala Alberdi, que es una sala que funciona dentro del centro cultural San Martín y que es la única en la que se hacen espectáculos a la gorra y que tiene un perfil solidario y popular. A esta sala la quieren desalojar porque no es rentable económicamente. Y por otro lado, el conflicto del Borda que desde hace un par de años lo están desmantelando.
Lucía: “Lo cual está directamente relacionado a intereses económicos.
La Zona norte está totalmente saturada y la idea del gobierno de la ciudad es mudar todo lo que es el centro cívico para esta zona. Por un lado con la construcción del Banco Ciudad atrás del Parque Patricios, y por otro construyendo todas las oficinas (mas un Shopping) en las manzanas donde están El Borda, El Hospital Moyano, el Infanto-juvenil Tobar García y el Hospital Rawson”.
“Con esto Macri decreta la formación de un polo tecnológico por lo cual esta zona empieza a habitarse de empresas, que además no pagan impuestos”.
“Y es un tema…ya acá de por si es muy alto el número de gente que vive e condiciones de hacinamiento en inquilinatos, hoteles, casas tomadas, villas, etc. Y esto generaría aún más concentración urbana”.
La articulación. COMPA y ENECA
Lucia: “Desde que se abrió este lugar, lo que se planteó fue ´solos a ningún lado`, ´aislados no se va a ningún lado` y fueron cambiando los contextos. Se hicieron un montón de experiencias desde la acción concreta”.
“Nosotros siempre estuvimos en la búsqueda de espacios de confluencia y articulación”. “Este lugar siempre se ha utilizado, aunque no participemos nosotros, por otras organizaciones, para un montón de cosas”.
“A fines del 2008, compañeros del Frente Popular Dario Santillán y creo que Fogoneros, la Mella, entre otros, se empiezan a juntar acá a referenciarse con compadres y nosotros estábamos a la expectativa de lo que se generaba. Comenzamos entonces, un proceso de debate interno que nos llevó tiempo terminar de saldar y decidimos apostar a este espacio de confluencia con otros grupos, otras organizaciones. Sabiendo lo difícil
que es, pero sabiendo que también tenemos coincidencias en muchas cosas”.
“Sabemos que el problema del país se destraba desde confluir los sectores que tienen una vocación, una propuesta y una decisión de cambio”.
“Nosotros no sabemos si el espacio es el de la COMPA, creemos que ahí no están todos los sectores que deberían estar juntos en éste momento. Pero entendemos que el problema se destraba desde la práctica concreta. Así entendemos la COMPA. Como un sector de confluencia a nivel nacional de distintas organizaciones que empiezan un recorrido juntas y que apostamos a que llegue a buen puerto”.
“Con respecto al ENECA, nosotros nos planteábamos ver como generar un espacio de articulación con espacios que se planteen construir el laburo desde la cultura, como un nuevo fenómeno, como un nuevo actor social que interviene desde un lugar distinto”. “Nosotros lo relacionamos con las bibliotecas populares, sociedades de fomento, experiencias latinoamericanas, de principio de siglo XX hasta hoy. Y en ése buscar, en ese andar, encontramos la propuesta del América Libre”.
“Apostamos a este espacio. Sabemos que tampoco están todos los sectores y que tenemos que salir a la búsqueda de los otros espacios. Pero vamos caminando y construyéndolo de a poco. Ayer en el festival, fue una muestra, por lo menos, a nivel Capital Federal, de que esto va tomando color”.
Macarena: “El ENECA a diferencia de la COMPA, al tener su especificidad permite otro tipo de potencial y de laburo mediante la articulación. Articulaciones que desde la COMPA todavía no podemos generar. Y una no niega la otra sino que la potencia”.
Lucia: “Salda esas diferencias que no se pueden cerrar en el plano mas político y si se saldan en la práctica concreta”.

De dónde Surge el nombre Compadres del Horizonte?
Lucia: Los compadres del Horizonte es el nombre de un libro de Armando Tejada Gómez. Poeta, argentino, mendocino de orígenes huarpes. Tuvo una historia particular. Fue un tipo que casi no tuvo escolarización, que tuvo una infancia dura y a partir del barrio y de relacionarse con otros pudo superar su infancia y puedo empezar a conocer otro mundo, el artístico. Desde lo colectivo, encontrándose con otros.
Y de esa infancia que la historia indica debería terminar en cualquier otra cosa, termina siendo uno de los poetas más importantes de America Latina, donde se referencian después un montón de otros movimientos. Es fundador del Nuevo Cancionero Argentino que generó una referencialidad en el folclore. Influyó y generó una influencia a nivel latinoamericano, muy importante.
El manifiesto del Horizonte es un poema muy profundo que nosotros tomamos como nuestro en un primer momento, que plantea cómo si se puede y cómo el pueblo puede producir cultura, cómo puede superarse.
Por sobre todo, fue un artista comprometido, un militante. Un tipo que siempre le dio lugar a la juventud.